“¡Al fin! No tuvieron más alternativa que hacer lugar al reclamo de la comunidad educativa y poner fin al ridículo condicionamiento de los barbijos en el aula”, dijo Vanesa Zuccari, diputada provincial de la UCR.
La expresión surgió al conocerse que el Gobierno provincial decidió que dejará de ser obligatorio el uso de tapabocas en escuelas, trabajos y espacios recreativos.
Fue el mismo ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, quien anunció: “Continuamos recomendando la utilización del tapabocas, pero desde este jueves 7 será optativo su uso en espacios laborales, recreativos y educativos. En el transporte público seguirá siendo obligatorio”.
El funcionario explicó que la decisión se debe a que en tierras bonaerenses “llevan 10 semanas de descenso sostenido de casos de Covid-19 y a que el brote adelantado de influenza está controlado”. Además, añadió la campaña de vacunación contra la gripe y más del 95% de la población inmunizada contra el coronavirus.
La decisión bonaerense, respecto al tapabocas en las aulas, se toma dos semanas y media después de que la ciudad de Buenos Aires, Mendoza y Tierra del Fuego.
Con esta medida podría descartarse la millonaria inversión que el gobierno de Axel Kicillof tenía previsto, consistente en comprar barbijos para las escuelas, por una cifra superior a los 700 millones de pesos.
En su momento, esto provocó la irritación de legisladores radicales, como Cristian Frangul, que le recomendó invertir ese dinero en mejorar las aulas.