
“Presos con celulares en la provincia de Buenos Aires: el gobierno de Axel Kicillof sigue de joda. No sé entero que los delincuentes manejan sus bandas y el delito desde las cárceles”. Las expresiones corresponden a Marcelo Seghini, especialista en seguridad y director Ejecutivo del Centro de Estudios en Defensa y Seguridad (CEDySEG) cuyo titular es Carlos Fernández, presidente de la Convención Provincial del radicalismo.
“Para el Servicio Penitenciario Bonaerense está bien que los presos tengan celulares. ¡Basta Gobernador de seguir aumentando la inseguridad de los vecinos de la PBA!”, agregó Seghini, quien en el Curso Ejecutivo en Seguridad para la Provincia de Buenos Aires ofrecido recientemente, advirtió sobre la vigencia de la disposición de que los presos puedan contar con un celular en sus celdas.
“En la Argentina hay unos 60 mil presos y en pandemia se liberaron 10 mil y muchos de ellos no se sabe dónde están, además de la falta de control en la ejecución de las penas, y la modalidad en algunos que están cumpliendo penas, que cuentan con un relajamiento del Servicio Penitenciario, que permiten a operar a delincuentes desde las cárceles”, dijo en el curso.
El tema cobró notoriedad en las últimas horas por cuestionamientos que fueron surgiendo ante la proliferación de los delitos virtuales que se suceden, quedando bajo sospecha lo detenidos en cárceles del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), que cuenta con ocho unidades superpobladas en un 100 por ciento, aunque desde este organismo indicaron que esos delitos bajaron.
Los presos alojados en estas cárceles pueden usar teléfonos desde 2020, cuando fueron autorizados por la pandemia por coronavirus, y los siguen usando aún.
Las estafas y las extorsiones son los delitos que habitualmente se realizan desde las cárceles bonaerenses.