
El concejal radical de Bahía Blanca, Pablo Daguerre, solicitó mediante un proyecto que el Gobierno Nacional informe acerca de la continuidad de las obras públicas en este distrito.
En la iniciativa Daguerre detalla una serie de emprendimientos que han quedado inconclusos, vitales para el desarrollo de la zona ante la importancia que despliega en la economía regional.
El edil pide detalles de las obras en ejecución, indicando el grado de avance y el financiero, las posibilidades de continuidad y el inicio de aquellas obras proyectadas para el año 2024. Además, que informe la modalidad y plazo de implementación del sistema por iniciativa privada “a la chilena”, conforme lo manifestado por el presidente de la Nación en su discurso de asunción el día 10 de diciembre de 2023.
En el partido de Bahía Blanca se encuentran en ejecución obras financiadas con fondos nacionales, y también se ha proyectado en el Presupuesto de Recursos y Gastos para el año 2024 del Municipio obras de infraestructura con financiamiento nacional, explicó Pablo Daguerre.
El Estado Nacional, a diciembre del año pasado, había comprometido financiamiento para la realización de seis obras. La más importante en magnitud es la autopista Paso Urbano-El Cholo, que se extiende por 11 kilómetros y se encuentra en un 45% de finalización. Otra obra de importancia para Bahía Blanca y la región, es la nueva autopista de la ruta 33 que une nuestra ciudad con Tornquist. La misma cuenta con un avance del 60% y se estimaba terminar para fin del 2023, entre otras.
“La inversión en obra pública puede estimular el crecimiento económico al generar empleo directo e indirecto en la construcción y mantenimiento de infraestructuras. Además, la presencia de una infraestructura sólida puede atraer inversiones privadas, fomentar el desarrollo industrial y aumentar la productividad económica en general”, sostuvo Daguerre.
“Las infraestructuras públicas contribuyen a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos al proporcionar acceso a servicios básicos como agua potable, saneamiento, electricidad, atención médica, educación y transporte seguro y eficiente”, puntualizó, y analizó que “nuestro país tiene un déficit habitacional de más de tres millones de viviendas; está claro que si se logra bajar la inflación a tasas internacionales podrá reaparecer el crédito hipotecario. Sin embargo, con los salarios medios actuales es imposible acceder a una vivienda aun de superficie mínima. Es entonces necesario continuar al menos con los planes de vivienda sociales existentes, o generar nuevos más eficientes y transparentes para que los más necesitados puedan llegar a poseer una vivienda”.