
“La provincia de Buenos Aires vive un período de sequía extrema. Los senadores de la oposición presentamos un proyecto para que el ministro de Desarrollo Rural explique las razones por las que no se ha declarado el estado de emergencia y/o desastre agropecuario”, comentó la legisladora Érica Revilla.
La situación es apremiante y caótica para gran parte del sector agropecuario bonaerense, con más de 40 millones de hectáreas afectadas, una pérdida notoria del trigo estimado en un 30% de la superficie sembrada y con casi 12 millones de cabezas de bovinos en riesgo por falta de pastura.
No es un tema nuevo. Revilla advirtió de la situación meses atrás cuando presentó un proyecto, junto a Yamila Alonso, pidiendo al Gobierno provincial que convoque con urgencia a la Comisión de Emergencia y Desastre Agropecuario, para analizar la situación de “sequía extrema y excepcional que afecta a los partidos de Mercedes, Chivilcoy, Chacabuco, Junín, Lincoln, General Villegas, Pergamino y San Nicolás”. Pero hoy la realidad es peor, porque todos los distritos del noroeste de la provincia padecen una sequía extrema.
“Además, queremos que le otorguen beneficios impositivos a los productores afectados. Estos estarán relacionados a la prórroga de impuestos y acceso a créditos blandos, entre otros”, acotó la vicepresidenta del Comité Provincia de la UCR.
Recordemos que Revilla y Alonso indicaron que era imperiosa la creación de un fondo provincial con la finalidad de financiar programas de asistencia a los productores afectados, y que el gobernador Axel Kicillof medie “ante el Poder Ejecutivo Nacional para el giro de fondos provenientes de los derechos de exportación de mercaderías agropecuarias o sus derivados”.