“Hoy ese camino es impracticable por una restricción muy simple: no tenemos los dólares para hacerlo, ni los tendremos”, plantea Eduardo Levy Yeyati, execonomista jefe del Banco Central (BCRA), actual decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) y miembro del Consejo Consultivo de la Fundación Poder del radicalismo bonaerense.
Yeyati, que completó su doctorado en Economía en la Universidad de Pensilvania (EE.UU.) analizó la implementación de estos planes en los países de la región (El Salvador y Ecuador), y describió las similitudes y diferencias con el escenario local, y sus consecuencias de mediano y largo plazo.
En una entrevista concedida al diario La Nación lo consultaron sobre las posibilidades reales de una dolarización en la Argentina. “Las semejanzas en ambos casos incluyen pérdida de la política monetaria, dependencia de factores externos, ciclos más pronunciados y limitaciones para el crecimiento”, señaló.
A su vez cotejó los “aprendizajes” que dejan estos procesos para el caso argentino y sostiene que “una primera lección es que, para todos los fines prácticos, puede considerarse irreversible”. Explica a La Nación: “El Salvador y Ecuador estudiaron escenarios hipotéticos de desdolarización y concluyeron que los costos inmediatos, económicos y políticos, eran demasiado altos”.
Algunas anotaciones sobre la dolarización oficial en Latinoamérica.
(Los comentarios están más desarrollados en este trabajo para @FondoFLAR: https://t.co/ZNthVAeUsD y en sus referencias).https://t.co/ClV6vAmaXu— eduardo yeyati (@eduardoyeyati) April 3, 2022
“Una segunda lección para la Argentina –continuó- es que, para dolarizar, hacen falta muchos dólares “para comprar la base monetaria a una paridad razonable y para guardar un fondo prudencial de dólares como salvaguarda del sistema de pagos, que con moneda propia está resguardado por el Banco Central como prestamista de última instancia a través de su capacidad de emisión”. Y añade: “Esto no tiene que ver con la denominación de los ahorros, sino con el uso del dinero para transacciones, sin el cual la economía se paralizaría”.
En una parte de la extensa nota fue consultado sobre qué pasaría con el tipo de cambio y la inflación ante la decisión de dolarizar, respondió: “Hoy ese camino es impracticable en la Argentina por una restricción muy simple: no tenemos los dólares para hacerlo, ni los tendremos. Dicho esto, no hay que confundirse causas y efectos cuando pensamos en la fijación cambiaria: la convertibilidad tuvo éxito en su primer quinquenio porque el plan Brady postergó el servicio de deuda, el país hizo un ajuste fiscal y el dólar se debilitó internacionalmente, y dejó de tenerlo cuando abandonamos la prudencia fiscal y el dólar se fortaleció. Con esas condiciones, también el plan Austral habría tenido éxito, como lo tuvo el plan Real por un tiempo, para colapsar un par de años antes que la convertibilidad. La fijación, un acuerdo de precios y salarios, o cualquier otra pirueta contable no estabilizan, sino que dan un tiempo para atacar los factores detrás de la inestabilidad. Sin esto último, son progresos ilusorios y efímeros. Y, en el caso de la dolarización, irreversibles”.
NdelaR: Días pasados cuando se comenzó a hablar de dolarizar la economía argentina, Levy Yeyati explicó con números qué pasaría con el tipo de cambio: “Para comprar la base a la paridad oficial de $ 110 necesitaría 43.000 millones de dólares de reservas netas (hoy tiene cero). Si, en cambio, consiguiera préstamos por 15.000 millones para dolarizar, el tipo de cambio al que podría hacerlo sería superior a 700”.
Hoy en el Congreso se presentaron dos proyectos para consumo irónico: 1) impuesto sobre los activos no declarados; 2) dolarización sin reservas. pic.twitter.com/TVb9EG6Mwx
— eduardo yeyati (@eduardoyeyati) March 28, 2022