El diputado provincial del radicalismo, Emiliano Balbín, propuso modificar la Ley 13.688, en su artículo 16, incorporando la promoción de la Educación Financiera desde el nivel inicial en los establecimientos públicos, de gestión estatal y privada, desarrollando habilidades en los alumnos que le permitan tender a la independencia económica y financiera a lo largo de toda su vida; y el desarrollo de conocimientos y capacidades en economía, finanzas personales y familiares que le permitan al educando una correcta asignación y administración de los recursos económicos a lo largo de toda su vida.
“Todos los alumnos tienen derecho a recibir educación financiera desde el nivel inicial en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional y provincial, entendiendo como educación financiera temprana el desarrollo de conocimientos relacionados con el conjunto de habilidades que permiten a un individuo tomar decisiones informadas sobre sus recursos financieros”, destacó Balbín.
Agregó que las personas que reciben educación financiera “desarrollan las habilidades necesarias para tomar decisiones informadas, evaluar riesgos y oportunidades financieras, y mejorar su bienestar”.
“Venimos trabajando con sectores del partido especializados en el tema, con los consejeros escolares, los jóvenes de la JR y de Franja Morada, con docentes, técnicos de universidades nacionales como la UNLP, y entre todos coincidimos en que la mejor manera de encarar el tema era plantear la modificación y actualización de la Ley actual”. Emiliano Balbín
El sustento se relaciona con la revolución tecnológica de las finanzas impulsada por los nuevos medios de banca digital, y empresas de finanzas y tecnologías (FinTech), lo que permite un mayor acceso de los jóvenes a aplicaciones de crédito, ahorro o inversión.
Balbín sostiene que “si estos no poseen los saberes necesarios para utilizarlas o entender la normativa que se debe cumplir para operar con ellas, puede recaer en un desenlace de alto riesgo, ya que pueden sobre endeudarse, estar expuestos a fraudes y a la vulnerabilidad de datos personales e identidades para operaciones financieras fraudulentas”. Y aseguró que “entendemos que la educación financiera tiene además el potencial de facilitar la transición hacia la vida adulta para lograr que el conocimiento de la educación financiera llegue a todos, sin discriminación alguna, incluyendo a los más vulnerables y promoviendo la igualdad de oportunidades”.