
El diputado provincial Valentín Miranda tomó la iniciativa de fomentar estrategias para el desarrollo del sector apícola en la región bonaerense.
“Las acciones a desarrollar está en promover la sustentabilidad de la producción apícola, propender al desarrollo y elaboración de productos apícolas con fines alimenticios, farmacológicos, cosmetológicos, y otros, a través de la experimentación a campo e investigación científica, normatizar la radicación de apiarios y sus registros de titularidad, implementar políticas relacionadas con el comercio exterior, promover la erradicación de apiarios rústicos y crear un fondo provincial de protección, fomento y desarrollo de la apicultura”, explicó el legislador radical.
El proyecto comprende a las actividades como la crianza de abejas reinas, producción de material vivo, producción de miel, la trashumancia, la polinización de cultivos entomófilos, la producción de jalea real, cera, propóleos, polen y demás productos obtenidos de la colmena, entre otras. Y dentro de la cadena apícola el acopio, la industrialización y/o comercialización a través de la preparación, la conservación, el fraccionamiento y la presentación de cada uno de los productos destinados al consumo humano o industrial, y la fabricación y utilización de implementos.
La base es declarar de interés provincial a la apicultura, e instituirse un régimen para su protección, fomento y desarrollo, declarándose a las abejas melíferas (Apis Melífera) como insectos útiles y benéficos, estableciéndose su protección y su preservación como agentes polinizadores, y apuntándose a la protección de toda la flora apícola como riqueza provincial.
Además, prevé la creación del Fondo Provincial de Protección para el apoyo de las pequeñas producciones y las acciones de comercialización e industrialización realizadas en forma directa por el productor. Los recursos saldrán del presupuesto oficial, los programas especiales de asistencia, las multas previstas y otros a asignarse por el Poder Ejecutivo provincial. Luego se traducirán en aportes para compra de materiales, financiación de capital de trabajo, proyectos de inversión, capacitación y afrontar contingencias graves que afecten a la actividad.
También incluye la utilización de predios fiscales para emplazamientos, la promoción de la importancia de la abeja en los ámbitos educativos, la creación de la Mesa Provincial de Desarrollo Apícola, el Registro de Productores, la trazabilidad en la cadena de producción y la protección de las zonas apícolas, entre el extenso articulado que abarca los diversos pormenores de la actividad.
“La apicultura es una actividad agropecuaria de primera línea: genera trabajo, divisas, posibilita el crecimiento de pequeños y medianos productores, y de emprendimientos familiares y a su vez ayuda al ambiente. En definitiva, es un círculo que favorece a la Provincia para su desarrollo integral”, dijo Miranda.