En pocos días vamos a estar acercándonos a las urnas para votar. Sabemos que todas las elecciones son importantes, pero quiero explicar brevemente por qué considero que la del 12 de septiembre es especialmente relevante, o, para decirlo de otra manera, qué es lo que está en juego y por qué estoy convencido de que todos debemos animarnos a dar el paso.
Hace seis años el radicalismo inició un proceso de crecimiento que no tiene vuelta atrás. La UCR recuperó su vocación de poder. Eso significa que hoy somos un partido político que está vivo, que puede competir y ganar elecciones. Que puede trabajar para ser gobierno.
Este crecimiento conlleva una responsabilidad y nos obliga a asumir un nuevo desafío: el de construir un radicalismo del futuro, un radicalismo del siglo XXI. Un partido basado en ideas, organización y nuevos liderazgos. Y es en este marco que hay que entender la precandidatura de Facundo Manes.
La lista que encabeza Facundo representa un radicalismo con visión de futuro, un partido orientado a romper viejas estructuras, un proyecto que puede llevarnos hacia la Argentina moderna que todos queremos. A su vez, “Dar el Paso” alberga otras expresiones políticas y sectores de la sociedad civil. Es el radicalismo, pero no solamente: es la UCR como pilar fundamental de una propuesta superadora en la que cada vez más argentinos confían.
Durante estos días experimentamos algunos de los fenómenos que se registran cuando emerge algo nuevo. Vimos descalificaciones, críticas sin asidero e incluso intentos ridículos de callarnos. Pero vimos también muestras masivas de apoyo, y entendimos que una parte importante de la sociedad recuperó la esperanza. Y hoy esa ola es imparable.
Estamos ante una oportunidad que no podemos desperdiciar. Hay un futuro mejor y está a nuestro alcance. Hay compromiso. Hay ideas. Y somos cada vez más. Por eso, como dice Facundo, no renunciemos a la Argentina. Y vayamos todos juntos a dar el paso.