La Vicepresidente Cristina Kirchner dio por iniciada la sesión de la Cámara alta cuando el reloj del tablero electrónico del recinto marcaba las 15:40 y anunció que “con la presencia de 37 senadores y senadoras se da inicio a la sesión del día de la fecha”, tras lo cual habilitó el izamiento de la bandera nacional y la entonación del himno. Un instante después el cuerpo aceptó la renuncia elevada por Esteban Bullrich y fue entonces cuando el radical Cornejo intervino para anunciar que su bancada “rechazaba esta sesión porque no obtuvo quórum en los términos que establece el reglamento”, denunció.
Conejo dio lectura al artículo 15 del reglamento para dejar al descubierto que la sesión debía haber sido levantada ya que comenzó 30 minutos después de la hora en que estaba convocada, es decir a las 15. “Ustedes han constituido el quórum cuando habían pasado 40 minutos y hay fotos que registran perfectamente el horario en que no tenían quórum con lo cual esta sesión es nula”, remarcó el legislador de la UCR y de Juntos por el Cambio que aclaró que su presencia en el recinto era a los efectos de “notificar nuestra posición”, dijo y se retiró del recinto.
El senador radical, rodeado por otros miembros de la bancada de Juntos por el Cambio, ofreció una improvisada conferencia de prensa en la que expresó que se estaba frente a una sesión “nula” y subrayó: “Decimos esto porque el oficialismo, el Frente de Todos, no consiguió el quórum en el tiempo reglamentario, específicamente aclarado en el reglamento de la Cámara de Senadores”. Y advirtió: Por eso, la ley que están tratando tiene vicios de nulidad”.
Cornejo describió que “se citó a las 15, debía empezar la sesión, no consiguieron quórum. Uno de los integrantes del Frente de Todos dio positivo (de Covid), lo mismo que pasó la vez pasada con la oposición, y no alcanzaban los 37 todos. El reglamento dice en el artículo 15 que a la hora fijada se llamará a sesión. Y si 30 minutos después no se logra el quórum en el recinto, la sesión se levanta de inmediato”, en una renovada reseña de lo que establece la norma que rige el funcionamiento de la Cámara alta.
Ante los periodistas, Cornejo denunció: “Alcanzaron el quórum recién en el minuto 40. Está registrado por ustedes”, dijo en referencia a los cronistas de los medios de prensa “y por una foto que marca que a las 15.36 no hay quórum en la pantalla del recinto”, enfatizó el radical mendocino.
El Bloque de senadores naciones del Frente de Todos contaba que sus 35 legisladores estarían presentes y tenían garantía -un par de horas antes del inicio de la sesión- que sumaría a ese número al rionegrino, Alberto Weretilneck, de Juntos Somos Río Negro y la misionera Magdalena Solari Quintana del Frente Renovador de la Concordia, quienes, en ambos casos, tienen sus propios monobloques en la Cámara alta.
Cuando todo parecía encarrillado, el oficialismo se encontró con que el test de Covid –se le hizo a todos los senadores del oficialismo y de la oposición tanto como al personal de la cámara que debía cumplir funciones en la sesión- en el caso del catamarqueño, Guillermo Andrada, había dado positivo y, por lo tanto, al kirchnerismo le faltaba uno para alcanzar el número mínimo de 37 para tener el quórum. Ello disparó desde la bancada del Frente de Todos ingentes gestiones que fructificaron ya que la senadora riojana, Clara Vega, del monobloque “Hay Futuro” aceptó sumar su presencia en el recinto al momento de la sesión e, incluso, sumaría su voto afirmativo al proyecto de ley.
Tras el planteo de Cornejo en cuanto a que no se estaba sesionando con quórum, el jefe de la bancada kirchnerista lo atacó con elocuente ironía: “No sé qué hace el senador Cornejo en una sesión que no existe según él. Entonces está hablando solo” y buscó defender la legitimidad de la sesión al decir: “Sabemos nosotros cómo es esto del tema del registro (de la presencia en el recinto)”, dijo y apuntó: “Se inició el conteo y sabemos que después están las dificultades que plantean por el registro de las huellas (digitales) y de todos modos quiero hacer una moción de orden para registrar nuestra voluntad de sesionar”, expresó en un evidente intento de licuar las objeciones que había planteado el senador radical.
Pero Cristina Fernández de Kirchner aportó su estocada verbal en medio de la situación: “Estamos sentados en la Honorable Senado de la Nación con la presencia de 37 senadores y senadoras”, indicó y tras hacer una pausa, advirtió que ya estaba presente la senadora Alejandra Vigo (Hacemos por Córdoba) “con lo cual somos 38 senadores y senadoras, hay quórum y venimos a cumplir nuestro deber que es el de legislar”, expresó la Vicepresidente.
Cuando se inició el tratamiento del proyecto de Bienes Personales, el kirchnerismo ya tenía el número para aprobar la iniciativa con las modificaciones introducidas por la Cámara de Diputados, con lo cual no más de una hora después lo convirtió en ley. Antes se escucharon los discursos de los oficialistas, Ricardo Guerra, titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado así el de Weretilneck y el de Vigo, quien anticipó se pronunciaría en contra en la votación en general del proyecto.
Todo luego se aceleró al punto que el proyecto fue aprobado en general y en particular (es decir cada uno de sus artículos) en una sola votación que arrojó 37 votos por la afirmativa, 1 negativo y no hubo abstenciones con lo cual la ley será elevada al Poder Ejecutivo para su promulgación.
Las modificaciones que le fueron introducidas por el oficialismo al proyecto original lleva el mínimo no imponible de 2 a 6 millones de pesos, además de considerar que inmuebles que se constituyan en vivienda del contribuyente no serán alcanzados por el gravamen cuando sean iguales o inferiores a 30 millones de pesos siendo actualmente ese monto de 18 millones de pesos.
Según el texto de la ley, los montos “se ajustarán anualmente por el coeficiente que surja de la variaciones anual del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que suministre el INDEC, correspondiente al mes de octubre del año anterior al del ajuste respecto al mismo mes del año anterior”.
En cuanto a los montos a los patrimonios plantea aumentar las alícuotas de 1,25% a 1,50% para los contribuyentes que superen los 100 millones de pesos hasta 300 millones de pesos. Superado ese número, el gravamen ascenderá de 1,75% y para los bienes en el exterior será de 2,5%.
La norma otorga al Poder Ejecutivo la facultad de disminuir las contribuciones a los bienes en el exterior “en caso de verificarse la repatriación del producido de realización; supuesto en el que podrá fijar la magnitud de la devolución de hasta el monto oportunamente ingresado”.
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