El diputado nacional expuso en Radio Mitre la visión del radicalismo sobre los problemas del conurbano y explicó por qué apoyará a Maxi Abad en las próximas elecciones internas del radicalismo bonaerense.
Para Quetglas, “damos vuelta y damos vuelta con el tema del conurbano, pero pareciera que al sistema institucional argentino le falta un diagnóstico de por qué aquel conurbano que yo viví, se constituyó en base a la industrialización sustitutiva; cohesión social; esa sociedad salarial que conocimos, era de pertenencia”.
El diputado explicó que en 1975, a partir del Rodrigazo y los shocks económicos, “la salida de esas crisis produjo una erosión social muy grande, al mismo tiempo que sigue recibiendo migrantes internos, que ya no se incluye en la industria. Crecen los asentamientos; hay una mayor dependencia del Estado; y se pasa de la sociedad salarial a la sociedad asistencial. Tenemos que partir de un diagnóstico, sino es un comentario de peluquería; si el conurbano no transforma su economía, no puede transformarse”.
“Esta idea de que el Estado lo puede resolver sin resolver la matriz económica, es un absurdo; darnos un programa para el conurbano; mi sensación es que el gobierno de la provincia, está como un niño con un rompecabezas, que dejó la larga dominancia justicialista, donde el deterioro se lo pretendió atender con respuestas pequeñas; se precisa una visión. Necesitamos un shock de infraestructura; y el cemento es importante; no hay posibilidad de que haya inversión privada si no hay infraestructura; si no hay agua, si no hay gas, no puede haber inversiones”, explicó el diputado.
Estas son las cosas que yo hablo con Maxi Abad, que es el candidato a presidente del radicalismo bonaerense: nuestra preocupación está centrada en cómo establecemos un discurso en el que no sea la contención social, sino la movilidad social la que vuelva a regir la reflexión política en la Argentina
En su opinión, “necesitamos un estado provincial con pocas políticas y enfocadas para el conurbano; la logística, la economía del conocimiento, y la provisión alimentaria de proximidad. Si uno no tiene una visión, nos vamos a seguir deteriorando».
“No va a volver el conurbano de mi infancia, porque no va a volver la industrialización sustitutiva, pero que podemos hacer algo para vivir mejor, no hay duda. Toda nuestra industria no es ineficiente; muchos sectores pymes, profesionales, comerciales, eficientes; lamentablemente perdimos mucho capital; pero hay un montón, y se precisa un análisis de cuánto nos conviene que salten de nivel de productividad. El gran Buenos Aires no debe renunciar a un tejido industrial, pero debe tener uno mejor, que incorpore tecnología, diseño, etc”, dijo.
Y concluyó: “Interpelo al gobernador; hay que hablar con las empresas; porque el programa de reconversión es con los actores sociales. Lo digo con desesperación: estamos al borde de aceptar que la sociedad se organice en torno a la ayuda social, y eso es robarnos los sueños; precisamos una sociedad de movilidad social”.