“-Hola Jesús, ¿cómo estás? ¿Cómo está la familia? Necesito que me hagas un favor.
-Sí, cómo no, Raúl.
-Necesito convencer a un amigo. Porque tengo que pedirle algo que no le va a gustar.
-Sí, dígame.
-Hay que convencerlo de que sea ministro de Economía.
– ¿Y quién es?
-Jesús Rodríguez.
– ¡Usted está loco!”
Así comienza narrando Astrid Pikielny una nota para el diario “La Nación”, donde resalta el pedido de Raúl Alfonsín a Jesús Rodríguez, quien “asumió en Economía con una inflación desatada, saqueos y una fuerte debilidad política; del entusiasmo por la nueva democracia a la desazón de la entrega anticipada del poder”.
Pikielny en su artículo describe mucho más que el ofrecimiento y la posterior asunción como ministro. La extensa nota podría adoptarse como una reseña histórica de algunos capítulos del alfonsinismo antes y durante su gobierno, donde Rodríguez tuvo un alto protagonismo. No solo cumplió esta función en los últimos días de Alfonsín al frente del Ejecutivo, sino también la imborrable vivencia se haber sido uno de los oradores de unos de los hitos de la UCR: el cierre de campaña de 1983, en la avenida 9 de Julio.
“A la tarde fui a Olivos y se arregló la asunción para el día siguiente porque estábamos con (Juan Carlos) Pugliese ya renunciado. El martes 23, Alfonsín había hecho un discurso en el que dijo que el domingo iba a anunciar el programa económico previsto hasta el final del mandato. O sea que yo asumí un día viernes, enterado el día previo y tuve que formular las medidas de emergencia. Y preparar el discurso que el Presidente iba a dar 48 horas después”, reza un párrafo del texto.
“No estaba seguro de estar a la altura de las circunstancias, pero nunca pensé en la posibilidad de decir que no. Yo sabía que no era una nominación para lucirse ni que era un reconocimiento. Era un proceso de salvataje: ser un actor más en evitar la peor de las situaciones. Un soldado en la trinchera. Eso. Un soldado en la trinchera”, contó Jesús Rodríguez.
Dejó anécdotas, destacó a varias figuras del partido, narró el clima interno después de las elecciones de 1987 y la implicancia de la irrupción de Carlos Menem en la política en la provincia de Buenos Aires, y sus días al frente del ministerio: