
La periodista Natasha Niebieskikwiat narró en el diario “Clarín” algunos detalles sobre una reunión secreta que se realizó en la Cámara de Diputados de la Nación, donde la vicepresidenta del bloque de la UCR, Karina Banfi, expresó severos cuestionamientos hacia la política internacional del Gobierno argentino.
Además de esto, el dato saliente fue la admisión del canciller de los hechos graves que se registran en Venezuela.
“La reunión no estuvo anunciada en la agenda parlamentaria del día ni como reunión secreta o reservada. Lo cierto es que el canciller Santiago Cafiero brindó un informe de gestión en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados. Lo hizo sin acceso a la prensa, por un acuerdo entre oficialismo y oposición partidaria. Pese a ello, la realización de la reunión y su objetivo trascendió. Y también se supo que la diputada radical de Juntos por el Cambio, Karina Banfi, mantuvo un tenso cruce con el Canciller por cómo el Gobierno lleva su política exterior frente a las violaciones a los derechos humanos en Venezuela, Cuba y Nicaragua”, expresó el artículo.
Lo de reunión secreta fue porque querían hablar de temas de defensa, de seguridad y del Tratado de Prohibición de Armas en el contexto de la nueva configuración global.
“Fue la diputada Banfi la que incomodó al ministro. Una fuente de la reunión contó que Cafiero reconoció que en Venezuela se violaban los derechos humanos, pero dijo que Argentina exponía estas cuestiones en los ámbitos que correspondían como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU”, contó Niebieskikwiat.
En su crónica, indicó que Banfi le preguntó por qué se abstenían en la OEA de condenar a Venezuela a lo que el canciller respondió que se trataba de una condena que Argentina hacía ante los organismos correspondientes.
También se habló de Nicaragua. “La legisladora entonces le preguntó por qué el embajador en la OEA, Carlos Raimundi, se ausentaba en las votaciones sobre Nicaragua, desobedeciendo los mandatos de Buenos Aires. Para entonces ambos habían levantado la voz y la reunión, que en su conjunto fue cordial, se puso tensa. Cafiero le recordó a la legisladora que pese a la ausencia de Raimundi y que su figura estuviera representada por su segunda, no había cambiado la posición oficial de condena a Nicaragua”.