
El 26 de agosto de 1967 nacía Franja Morada. Fue en Rosario, siendo escenario la Biblioteca “Alberto Guiraldo” de calle Mitre 747; una organización considerada el “semillero de la Unión Cívica Radical”, estamento estudiantil universitario de considerable fortaleza, con raíces reformistas sustentada en los hechos de 1918 bajo la presidencia de Hipólito Yrigoyen.
Ricardo Oscar Campero, autodefinido morado desde junio de 1967, socialdemócrata desde mayo de 1968 y radical desde el 26 de marzo de 1946, narró en su blog la historia de la Franja. Sobran galardones para hacerlo: los fundadores dicen que es uno de ellos, aunque él diga que no es así:
“El nombre originario fue Unión Nacional Reformista Franja Morada y respondía a que por La Plata la organización principal era Unión de Derecho. Los de Rosario nos nucleábamos en los Partidos Reformistas de Económicas y Derecho y Ciencias Políticas, y los cordobeses se denominaban desde hacía muchos años Franja Morada. Otro dato de priorizar este nombre fue que los cordobeses venían de librar las primeras luchas estudiantiles contra Onganía y el 6 de septiembre de 1966 cae Santiago Pampillón.
Hoy nuestra querida @franjanacional cumple 55 años.
Una verdadera escuela de vida, la que me formó en la defensa de la Universidad Pública, gratuita, autónoma, cogobernada y con compromiso social.
Seguimos luchando por un país con libertad e igualdad de oportunidades 🙌🏼 pic.twitter.com/1kxKlENToW
— Maxi Abad (@MaxiAbad) August 26, 2022
Reformistas de 1918 que se vinculan con nosotros, con motivo del Cincuentenario en 1968, narran que el nombre provenía que los estudiantes cuando toman la Universidad en Córdoba, en un perchero había una faja morada del obispo jefe que lo rompen y hacen cintillos para sus solapas en la famosa toma universitaria de los 83 que permite la intervención del Gobierno Nacional. Hipólito Yrigoyen, antes, le había dicho a Enrique Barros, uno de los firmantes del Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria, que se debían producir hechos para poder intervenir. En realidad, el hilo de vinculación del radicalismo con el reformismo y la Franja reconoce allí su primer antecedente y se fortalece con Illia en tiempos de resistencia.
Todos los radicales eran reformistas y estaban en la Franja, mas todos los de la Franja no eran radicales (en la ciudad de Santa Fe había una agrupación universitaria radical -el MURA- que después se incorporaría a la Franja). En su nacimiento, y hasta 1970, participaron, además, socialistas, anarquistas y demócratas progresistas. Un modo de auto definirnos, como un símil de la organización española de la Guerra Civil, era la de republicanos de izquierda o izquierda democrática. Era plena guerra fría y el debate consecuente estaba internacionalizado. Los partidos argentinos estaban proscriptos.
Una entrega especial será la de ‘Así Nació la Franja’ de Héctor Arteaga, que no solo es fundador sino también el que más antecedentes y elementos históricos tuvo en vida tanto de la Franja como la de la propia Reforma Universitaria. Gogo Arteaga fue generoso con incluirme entre los fundadores. En mi caso, formalmente no fue así. Estaba haciendo el servicio militar en Tucumán, de allí era yo y estudiaba en Rosario, aunque seguía el curso de los acontecimientos porque militaba en el Partido Reformista y escribí en esa condición la parte económica del documento fundacional.
La fundación de la Franja es un aglutinador luego de una tremenda balcanización del movimiento estudiantil. En el propio Rosario confluimos (el radicalismo estaba dividido) los que con el Secretariado de la CGT, contraria a la conducción golpista de la nacional; impulsábamos el 20 de junio de 1966 que Illia debía quedarse en Rosario, estaba por el Día de la Bandera, y resistir con el adicional que el II Cuerpo de Ejército estaba conducido por el general antigolpista Caro Augusto Caro, y los que no compartiendo ese criterio al momento del Golpe; el 28 de junio toman la Facultad de Económicas y son atacados por la Gendarmería Nacional de un modo no difundido debidamente.
Las organizaciones fundadoras fueron la Unión Reformista Franja Morada de Córdoba, la Liga Reformista de La Plata y los Partidos Reformistas de Rosario, con adhesión de Tucumán promovida en las circunstancias dichas y con la ayuda del asesinado dirigente radical Ángel Pisarello.
Los documentos constitutivos se dan en La Plata en el Plenario del 1º de octubre.
El relato de la Fundación y sus preliminares los aportaré desde el documento dicho de Arteaga. Luego daré cuenta de las luchas de 1969 y 70 y el debate del rol de la Universidad en la resistencia y el carácter de la salida. En síntesis, si el camino armado era el propicio. Desde entonces toma un sesgo radical con la incorporación del MURA de Santa Fe y la fundación del MARU de Derecho de Buenos Aires.
Consignas como NI PAN SIN LIBERTAD NI LIBERTAD SIN PAN era un modo de diferenciarse de los que se alineaban en el esquema soviético. De hecho, la Franja de Rosario tenía firmes posiciones de solidaridad con la rebelión checoslovaca de la Primavera de Praga conducida por Dubceck.
En realidad, la cuestión internacional era de alta densidad e incidía en el debate y la formación. El Che ya estaba combatiendo en Bolivia, la Guerra de Vietnam estaba en su punto más crítico (contra ella y los norteamericanos tuvimos una actitud militante crítica), se produce el Mayo de Paris, la guerra de los 6 años en medioriente y la convulsión de la cultura francesa con el auge del existencialismo y su incidencia en nuestra formación de, entre otros Sartre, y las perspectivas de Eric From.
LA FRANJA CUMPLE | Fundada el 26 de agosto de 1967, la Franja Morada nació con la idea de defender la Universidad pública, gratuita y reformista. Estas banderas se siguen levantando aún hoy, 55 años más tarde, con el mismo compromiso social.
¡Feliz aniversario! pic.twitter.com/1eTJ9IDuHH
— UCR Buenos Aires (@UCRBuenosAires) August 26, 2022
El giro a una visión nacional del movimiento estudiantil lo genera precisamente la Franja, entre los reformistas, del mismo modo que la erradicación del gorilismo en su visión del peronismo. En esto el gran incidente fue Sergio Karakachoff que, no obstante graduado, aporto a nuestra formación. Acá cabe mencionar la influencia que tuvieron, al menos entre los rosarinos, las reflexiones y debates con Ernesto Jaimovich del MNR de Medicina de Rosario, el dirigente universitario más brillante que conocí por su formación, visión y entrega.
Con él integramos el bloque con el que se reincorpora nuestro reformismo a la FUA y vamos por su conducción. En nuestro primer congreso, realizado en la clandestinidad, encabezamos la lista que integraban también de la Franja Domingo Teruggi (asesinado con Karakachoff), Jaimovich, Luis Cáceres y Marcelo Stubrin del MURA de Santa Fe y el AUN, un brazo universitario reformista de lo que después fue el FIP. Nos ganaron con fraude, la tendencia que respondía el PCR que ya incubaban servicios objetivos a los intereses contrarios a nuestro pueblo. Con ellos tuvimos los enfrentamientos teóricos más fuertes sobre el carácter de la salida y de la que informaremos por su trascendencia en el curso de los acontecimientos futuros de los universitarios, durante el genocidio de Videla.
Lo cierto es que la irrupción de la Franja a la vida universitaria constituye un acontecimiento que incide en el curso ulterior del proceso político. No solo por los cuadros que formó, sino por las ideas fuerzas que motoriza en la sociedad vía la UCR conducida por Alfonsín.
Esta introducción a la historia de nuestra organización universitaria la integro en las Notas de Campaña por que el radicalismo fue servido por este flujo histórico. Y reconocernos históricamente en él no solo nos vigoriza en el titánico deber que nos corresponde, sino que será mejor si lo hacemos recordando que fue la lucha (y no los privilegios, aun cuando hayamos ocupado posiciones de alta responsabilidad) la que nos formó y por lo que nos debemos a este orden moral. Que fueron compañeros de otras vertientes políticas que con nosotros fundaron la Franja y que, como aliados centrales, tuvimos reformistas que merecen nuestro recuerdo. Junto a todos los asesinados por la dictadura (Teruggi, Garat, Karakachoff, Pisarello) y otros que, como Arteaga, ya no están. Y la pregunta, si no el recuerdo y homenaje sería parcial, de si todas nuestras prácticas políticas están en línea con aquellas luchas funcionales a la democratización argentina. Si para poner a la universidad al servicio del pueblo, participando en la conducción de nuestro país a la sociedad del conocimiento, estamos seguros que no existen vestigios en la misma (inclusive en nuestras propias prácticas), denunciados en 1918 en el sentido de ser refugio secular de los mediocres y renta segura de los ignorantes. Y me refiero también en el país. Me juego por que sí.
Hoy se cumplen 55 años desde que fundamos Franja Morada. Un abrazo grande a moradas y morados de todo el Pais. Les comparto una reflexión en este mi breve podcast. H pic.twitter.com/MwKJ81jR4c
— Ricardo Campero (@RicardoCampero9) August 26, 2022
Tan vigente como la carta que refiere Arteaga en la mencionada obra.
‘Para Héctor Arteaga y Ricardo Campero. A proseguir la lucha sin vacilaciones, mantener la Reforma Universitaria, fundamental contribución nacional para resolver con verdad los compromisos de nuestra época. Conseguir la emancipación económica, social y cultural de nuestra América, objetivo de nuestra Reforma Universitaria. Esta acción tiene, además, un alto y serio sentido moral que nos coloca frontalmente contra el fariseísmo. Buena suerte y adelante. Afectuosamente. Arturo Illia. 15-1-69’
Con otros rostros, y en todos lados, es un problema moral de la cultura argentina. El fariseísmo sigue. Entonces siguen también vigente las consignas con las que marchábamos con nuestras moradas banderas. La lucha continúa”.
http://ricardocampero.blogspot.com/2007/09/nota-10-el-valor-de-la-historia-y-la.html